miércoles, 17 de noviembre de 2010

La perla de Siberia

Así es el sobrenombre que recibe la ciudad de Tobolsk ya que, en el siglo 18 - 19, fue una de las ciudades más importantes de la región, además de su capital. Con el desplazamiento de los dominios imperiales hacia el Este, la ciudad fue perdiendo peso. Un hecho decisivo que estancó el progreso de esta ciudad fue la decisión de que el transiberiano no pasara por ella. Incluso hoy en día la ciudad posee una estación de tren algo inusual, ya que está situada a unos 15 kms de la ciudad.

En la ciudad se distinguen claramente dos partes: la ciudad alta (más moderna, de estilo comunistoide), y la ciudad baja (emplazamiento original y en la que se encuentra lo que podríamos llamar la ciudad vieja). Entre las dos hay un pequeño desnivel, en cuya cornisa se encuentra el kremlin de la ciudad, único de ladrillo en toda Siberia.

Vista del Kremlin desde la parte baja de la ciudad (ciudad antigua).

En la ciudad alta reina el orden: amplias avenidas, calles bien asfaltadas, zonas ajardinadas cuidadas, diferentes estatuas ... se nota que es una ciudad con ciertos recursos económicos (por lo que me contaron a pocos kilómetros hay una gran petroquímica). La ciudad baja es completamente lo opuesto: desorden, dejadez, abandono ...

Estatua en memoria del escritor Ershov, natural de Tobolsk.

Panorama en una de las arterias principales de la ciudad antigua. Parece mentira que esta parte de la ciudad gozara de algún tipo de esplendor en el pasado.


La mayor atracción turística de la ciudad, por no decir la única, es el kremlin que os contaba anteriormente. La verdad es que está muy bien conservado (se nota que ha sido recientemente restaurado), por lo que el conjunto es muy interesante. Desde él hay unas bonitas vistas de la ciudad antigua y del rio Irtish. El gran punto negro de la ciudad, para el vistitante, es el escaso desarrollo del sector servicios / ocio: pocos hoteles y no muy buenos, muy pocos restaurantes y cafeterias, el único cine lo están remodelando ... vamos, que a quien le guste pasar el tiempo en casa esta ciudad es perfecta para vivir.

Fachada principal del "Gostiny dvor".

Iglesia de Santa Sofia.

Otra de las atracciones que tiene la ciudad es la visita a la casa en la que vivió, durante su estancia en la ciudad, el último zar de Rusia, Nicolás II. Posteriormente sería trasladado a la ciudad de Ekaterimburgo, donde sería ejecutado por los bolcheviques en 1918. Hoy en día, el edificio alberga un pequeño museo en el que se puede visitar una habitación, tal y como se encontraba durante el periodo de estancia del zar en la casa.

Placa conmemorativa de la estancia de Nicolás II en Tobolsk.


Edificio en el que se alojó el zar Nicolás II durante su estancia en Tobolsk.

También pude visitar a unos 30 kms de la ciudad el monasterio de Abalak. Junto a dicho monasterio, un empresario ha construido lo que sería una réplica de un fuerte-ciudad ruso del siglo XVII. La verdad es que el sitio es bastante interesante (hay restaurante y hotel). El complejo está enteramente realizado con madera.


Ekinoterimburgo en la puerta de entrada al monasterio de Abalak.


Vista del complejo turístico Abalak, situado junto al convento de mismo nombre.


Mi conclusión es que la visita a Tobolsk merece la pena. Eso sí, no veo necesidad de pasar más de una noche allí (si sólo se visita Tobolsk) o dos noches en caso de querer visitar alguno de los monasterios de los alrededores.

2 comentarios:

Alfor dijo...

Vale, ésa es la perla. Ahora podías contar cómo es la ciudad estándar siberiana, modelo GOST 54918. :p

Kinoforov dijo...

Alfor, ya sé que lo que a te va es el paisaje industrial devastado! jejejejeje