La verdad es que nunca he sido una persona que se dedicara a coleccionar cosas. Si echo la vista atrás lo más que recuerdo es haber coleccionado cromos de fútbol en alguna ocasión, o guardar recortes periodísticos de mi querido Sporting.
Pues bien, durante mi estancia en Ektbg e iniciado dos colecciones; una de manera consciente y, otra, de forma más ocasional.
La colección que empecé por decisión propia es una de coches fabricados en la época de la URSS (la colección tiene por nombre “coches de leyenda”). En un inicio parecía que la colección constaría de unos 10 ejemplares, no más, pero la colección debe haber tenido éxito porque ya vamos por el número 25 ... y la cosa sigue!!! (hasta cuando!?). Tengo que reconocer que aunque he sido aplicado en las entregas, me faltan 3 coches de los 25 que hay actualmente en la calle ... tendré que hacer algunas gestiones, a ver si tengo suerte y consigo reunir todos los coches (este tipo de comentarios son los que hacen darme cuenta de lo enganchado que estoy a esta colección).
Os dejo con 3 fotos de ejemplares que ya tengo. Por cierto, dos de ellos se ven todavía con mucha frecuencia por las calles de la mayoría de ciudades rusas!
UAZ-452B/452A: La furgoneta "para todo" en Rusia. Hay versión ambulacia, furgoneta policial, reparación de averías y hasta furgón blindado del banco de Rusia
GAZ - 13 "CHAIKA". Sería como el Cadillac americano, pero a la rusa.
La segunda colección que estoy siguiendo, y que empezó de una forma más casual, es la de tarjetas de visita de restaurantes. La verdad es que, ahora, no me voy de un restaurante sin su respectiva tarjeta. Esta afición tiene una parte útil, y es que cuando quieres volver a algún sitio es fácil de econtrar el número de teléfono para hacer la correspondiente reserva.
UAZ-469/469B. Otro de los polifáceticos automóviles que todavía se ven por las carreteras rusas. Sobre todo, los que más lo usan, son la policía y el ejército. Hay una versión "algo modernizada" (por decir algo), que es el UAZ HUNTER.
La segunda colección que estoy siguiendo, y que empezó de una forma más casual, es la de tarjetas de visita de restaurantes. La verdad es que, ahora, no me voy de un restaurante sin su respectiva tarjeta. Esta afición tiene una parte útil, y es que cuando quieres volver a algún sitio es fácil de econtrar el número de teléfono para hacer la correspondiente reserva.