viernes, 16 de septiembre de 2011

TAXI A LA FUGA

Muy buenas a todos! siento la larga pausa, pero entre el cambio de trabajo, la mudanza, unas pequeñas vacaciones, etc ... al final, prácticamente, no he tenido tiempo para asomarme por aquí. Pero finalmente, hoy, me he animado y he decidido iniciar el nuevo curso bloguero. Aprovecho para mandar un fuerte abrazo al gran cachopo, viejo compañero de batallas por los urales y que ahora anda por tierras andinas ... ese cachopo!!!

Bueno, pues el caso es que por fin, ayer, volví a Kaluga tras un largo periplo que me llevó a Gijón, Bilbao, San Sebastián, Madrid, San Petersburgo y, por fin, Kaluga. Creo que otro día haré una entrada en exclusiva dedicada a Pulkovo, el aeropuerto de SPB ... para ponerse a llorar y no parar.

El modus operandi, para llegar a Kaluga es que, una vez que llegas a Moscú (normalmente a Domodedovo ... otro sitio para echarse a llorar), un taxista te espera para llevarte hasta Kaluga. El trayecto es de un par de horas como mínimo. El caso es que ayer me paso algo curioso. Ahora lo cuento, porque no ha pasado nada y queda en una simple anécdota, pero la verdad es que mientras sucedían los hechos no podía ni pestañear. Las carreteras rusas están llenos de puestos de la policía como el que veis en la foto. Muchas veces hay agentes parando a coches de forma aleatoria, o, con toda seguridad, a los que van a una velocidad superior a la permitida. Ayer el taxista que me llevaba iba a una velocidad de crucero de unos 120 kms/h. Parece que no se enteró muy bien de que había un puesto de estos (en los que siempre hay que reducir la velocidad) y el policía de turno se metió en la carretera para darle el alto ... hasta aquí todo normal. El problema se inicio cuando el PEDAZO DE MELÓN, por no decir otra cosa, decidió que no paraba (jarrr). Además, es sabido, que en estos puestos suele haber un coche listo para estas situaciones y emprender la persecución de los que decidan pasar de largo. Como el taxista sabía esto, decidió que o íbamos a 180 como mínimo, o un posible perseguidor nos podría dar caza ... así que allí me tenéis, en la región de Kaluzhk, a las 23:30 de la noche, y volando por una carretera rusa a 180 kms/h. A unos 20 kms del puesto hay una salida para Kaluga. Al tomar la salida, y cruzar la carretera por encima, el taxista pudo observar que nadie nos seguía, por lo que se tranquilizó y siguió la marcha.

Si me paro a pensar un segundo lo que podría haber pasado si a la patrulla policial le da por seguirnos, me pongo a temblar! ... yo, como mínimo, deportado para toda la vida.

Moraleja. Recordarme que la próxima vez que viaje a Domodedovo consulte el horario de los trenes!




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