lunes, 18 de octubre de 2010

Primeras nieves

Hoy hemos tenido en Ekaterimburgo la primera nevada, con algo de fundamento, de la temporada. Ha sido como una especie de simulacro ante lo que se avecina.
De todas formas el pronóstico para hoy ya decía que las temperaturas subirían hasta los 8 - 10 grados después del mediodia, por lo que la nieve ya se ha derretido.
Por unas horas volvió a predominar el blanco ...

jueves, 14 de octubre de 2010

5 AÑOS

El 13 de octubre de 2010 se cumplieron 5 años de mi primera llegada a Rusia. Entonces no pensaba que mi presencia en este país fuera a prolongarse por tanto tiempo. En estos últimos 5 años he vivido, por orden cronológico, 15 meses en Moscú, 15 en Madrid y, el resto, en Ekaterimburgo.

Nunca me olvidaré de la llegada a Moscú y, más en concreto, al aeropuerto de Sheremetevo 2. La verdad es que no tenía una idea preconcebida de lo que me iba a encontrar, pero tengo que reconocer que aquel aeropuerto me parecio una puerta muy cutre como entrada al país ... y cómo sería el resto ¿?? Lo siguiente que recuerdo es, camino al centro de la ciudad, dos coches que se paran en medio de la autopista (si había tres carriles, pues en el del centro, con un par) por una discusión de tráfico. De uno de los coches se bajó un ruso y, se fue directo a dar manporrazos contra el cristal del otro conductor. Ante la falta de arrojo de este último para salir a dar la cara, el conductor manporrero decidió dejar como recuerdo en la luna de su contrincante un buen escupitajo ... pero bueno, bueno. Ahí es cuando pense: pero donde te has metido???

Otro de los recuerdos imborrables de aquel día fue la llegada a nuestro piso de acogida. Primero, porque el ascensor parecía más un ataúd que otra cosa y, segundo, porque cuando el Killo y yo pensábamos que el día había llegado a su fin, Carbuncho nos hizo el mejor regalo: nos llevo a conocer la Plaza Roja. Nunca me olvidaré de esa primera visita.

Tras este primer día, llegarían después un montón de anécdotas, historias, experiencias ... esos 15 meses en Moscú son imborrables, joe, si es que hasta el curro era un chollo (con el permiso de Alfor, que gracias a dios sabía perfectamente lo que había). Que buenos aquellos inicios, en los que volar en Tupolev era ya una auténtica aventura que justificaba el viaje a realizar (el primero sería a Kaliningrado, luego llegarían más).

El caso es que, por una cosa u otra, esta tierra me enganchó. Es por ello que en cuanto tuve una oferta de trabajo interesante para volver, no me lo pensé dos veces. Mirando atrás no me arrepiento para nada de las decisiones tomadas; la primera venir por primera vez a Rusia y, la segunda, volver cuando pude. Atrás quedan muchas experiencias enriquecedoras y, por supuesto, un buen puñado de amistades labradas en esta tierra (ninguna nativa del lugar, por cierto).

He estado recopilando algunas fotos de lo que han sido estos últimos 5 años en Rusia. Aquí os las dejo:


El Killitri y el Kinitri en la furgoneta que nos trasladó del aeropuerto a nuestro piso de acogida. De esta foto han pasado ya 5 años!!!


Primer paseo por Moscú, ese mismo 13 de octubre de 2005. Destino: la plaza roja. Esta foto fue tomada ese mismo día.


Mi primera cama en Moscú. El Carbuncho nos abrió la puerta de su casa de par en par.


Los primeros meses en Rusia nos afanamos en intentar aprender el mayor ruso posible. Anda que no es puñetero este idioma!. En la foto, la entrada al instituto Pushkin de Moscú.


Tupolev 154 en el que nos desplazamos en nuestro primer viaje por el país. Destino: Kaliningrado. Teníamos curiosidad por saber como sería ese pequeño pedacito de Rusia a orillas del mar Báltico (y totalmente separado de la Madre Patria!).


De paseo por Kaliningrado. Este viaje abrió la veda en 2006. Llegarían muchos viajes más ese mismo año, tanto fuera de Rusia: Sofia, Viena, Kiev, Vilnyus, Copenague, Tiflis, Ereván, Minsk ... como por el interior: San Petersbrugo, Nizhny Novgorod y Kazán.


Mi destino actual: Ekaterimburgo, la capital de los Urales. Esta sería parte de la "otra Rusia". Esa Rusia que es mayoría y que no tiene nada que ver con Moscú o San Petersburgo.


Vista del estanque de la ciudad.









sábado, 2 de octubre de 2010

BULGARIA (I)

Muy buenas! que rabia me da tener tan tan poco tiempo libre en los últimos tiempos. La verdad es que estoy ante un auténtico Tourmalet de curro que me impide hacer muchas muchas cosas, entre ellas, hacer entradas en el blog más amenudo.
Quería contaros un poco más de mi viaje a Bulgaria, eso sí, sin extenderme demasiado. Antes de nada tengo que decir que es un país que recomiendo para ser visitado. Es una pena que las infraestructuras del país se encuentren en un estado tan penoso, porque lo que es el país tiene sitios muy interesantes para ser visitados.
Tras pasar el primer fin de semana en Sofia, entregados al ocio (la verdad por delante), nos dispusimos a salir de la capital y visitar la zona suroeste del país.

Nuestra primera parada fue el principal centro espiritual de Bulgaria: el monasterio de Rila. La verdad es que es un sitio precioso, tanto el monasterio en sí, como el entorno en el que se encuentra ubicado.


Desde el monasterio salen varias sendas para caminar por la montaña. Nosotros intentamos subir a los 7 lagos. El problema es que no íbamos todo lo preparados que la expedición requería, por lo que tuvimos que dar la vuelta a mitad de la travesía (eso sí, entre ir y volver estuvimos algo más de 5 horas caminando, que tampoco esta nada mal).

Tras la excursión emprendimos viaje a nuestro siguiente destino: Melnik ... bueno, esa era la idea inicial. No sé muy bien cómo, pero, finalmente, cuando ya estábamos en ruta, decidimos cambiar el destino a Bansko, la principal estación de esquí del país. No conozoco Melnik pero estoy convencido que el cambio fue un acierto. En la foto superior podéis observar alguna de las pistas de la estación invernal. En la parte inferior se puede ver el tipo de edificaciones que hay en el centro de la parte antigua de la ciudad (la parte nueva es la moderna estación de esquí).


Tras dos noches en Bansko, el siguiente destino fue Plovdiv, segunda ciudad del país. En la foto me podéis ver en el teatro romano de la ciudad. Plovdiv es una ciudad repartida en 3 colinas. En una de ellas está emplazada la parte más antigua de la ciudad. La verdad es que es una visita muy recomendada.



Tras Plovdiv, emprendimos el viaje de regreso a Sofia, previo paso por Borovets, estación invernal situada a unos 40 kms de la capital. En cuanto tengas las fotos descargadas os enseño un poquito más de este hermoso país.