martes, 7 de julio de 2009

TURISMO ASEXUAL

Muy buenas señores, aquí estoy de nuevo en los Urales trás volver de unos días de vacaciones por Ucrania ... esa gran desconocida.
El caso es que las semanas antes de salir de viaje todo el mundo me preguntaba que a donde iba. Yo contestaba tranquilo: a Ucrania. Automáticamente, en el rostro de mi interlocutor se esbozaba una sonrisa pícara y, seguidamente, hacía una segunda pregunta; ¿y con quién vas?. Al responder que con 3 amigos de España, la sonrisa crecía y crecía y en la mente de la esta persona se podía leer claramente HAY PILLÍN QUE TE VAS DE TURISMO SEXUAL!!!
Pues señores, a Ucrania se puede ir, pasarlo bien y realizar actividades realmente interesantes sin la necesidad de probar carne ucraniana, y no me refiero a la kotlieta po-kievky. Claramente un viaje asexual.
En próximas entradas (no muchas, lo prometo) espero contaros más cosas de nuestro viaje por Ucrania, donde visitamos las ciudades de Kiev, Uman, Kamyanets Podilsky, Jotin y Lviv.
Sirva esta entrada a modo de introducción!

3 comentarios:

Chema dijo...

Hola,
Mi mujer es de Ekaterinburgo. Acabo de incorporarme a tu blog. Solo decirte que tienes un seguidor más, jeje. Desde ya me pondré a leer tus entradas antiguas. Un saludo.

Kinoforov dijo...

Muy buenas Jose ... la verdad es que últimamente tengo algo abandonado el chiringuito ...
Veamos si cargo pilas y sigo contando cosas de la maravillosa Ekaterimburgo!

josema dijo...

Hola otra vez,
una de las cosas que más me llaman la atención de los Urales ( aunque creo que es algo generalizado en toda Rusia) es la cantidad de matrimonios con cónyuges de menos de 20 o 22 años. Parece lo normal por esas tierras. Por otra parte también me sorprende la cantidad de matrimonios en segundas nupcias que hay. Me da la impresión que la gente se casa muy joven, con la inmadurez que conlleva esa edad. Al cabo de un años se dan cuenta que se han equivocado y entonces sí, ya se casan con la persona adecuada en un matrimonio que suele ser mucho más duradero. Podrías hablar algún día de eso y de la obsesió de las rusas por ponerse a procrear lo antes posible, jeje. Un abrazo