Muy buenas de nuevo,
Tras un par de semanas de vacaciones ya estoy de regreso en Ekaterimburgo. Las dos últimas semanas las he pasado en el Mediterráneo y, más concretamente, en la isla de Creta. La verdad es que es un sitio muy interesante en el que se puede hacer más cosas que ir a la playa a tomar el sol (bueno, eso si quieres o te dejan).
Un dato que me pareció curioso, y que no sabía, es que la isla fue un país independiente hasta el año 1912, cuando firmó un acuerdo para unirse a Grecia. Tampoco sabía que dicho acuerdo cita que, transcurridos 100 años, el pueblo de Creta deberá pronunciarse sobre si quiere seguir perteneciendo a Grecia ... pero bueno, eso será el año que viene.
Por no enrollarme mucho, prefiero dejaros unas fotos resumen del viaje. Tengo muchíiiiisimas más, pero un blog no es el mejor sitio para extensos reportajes fotográficos. He intentado sacar algunas de las fotos más representativas de mi viaje.
Nuestra primera parada fue la ciudad de Chanya. En la imagen una vista de su puerto. En muchas ciudades de Creta se puede observar la influencia que dejaron en la isla tanto venecianos como turcos.
Esta foto la pongo porque Creta me pareció un sitio de carreteras que parecen no conducir a ninguna parte ... pero como os digo únicamente lo parece. Al final siempre se llega a algún lugar interesante.
Playa de Ballos, en Gramvousa. Una playa fantástica
Playa de Ballos, en Gramvousa. Una playa fantástica
Otra playa maravillosa. Al fondo, el arenal de Elafonissis.